El que le gritó a Jesús
Armando es un hombre de mundo que canta tangos en clubes nocturnos. Su vida corre como la de cualquier persona en estos tiempos. Pero un día su mundo colapsa. Su hijo, de 3 años está enfermo de cáncer, los médicos intentan lo operan en el Hospital Municipal, pero se encuentran con un diagnóstico terminante: una metástasis que sólo le otorga unas horas de vida.
Una religiosa que se encuentra en la capilla del nosocomio haciendo una visita a su Señor, termina y se está retirando. De repente se abre violentamente la puerta y un hombre alto, fornido, de voz profunda y grave grita a toda voz:
“¡No sé quién sos pero vos tenés que salvar a mi hijo!”
Es Armando, que desesperado recurre, como le aconsejaron,” al Dios que está en la capilla.”
Esta historia es verídica y sucedió en Bahía Blanca, en el Hospital Municipal, allá por los años 90.
Lo que siguió fue un camino de fe, duro y con muchos miedos, pero ese “Dios de la capilla” no los traicionó. Hoy su hijito tiene “veintipico”, sigue alegre y lleno de vida, dejando a los médicos asombrados con un “¿qué pasó?” en sus mentes.
Armando y su esposa Susana en todo este trayecto aprendieron a conocer a Jesús, a Su Padre y al Espíritu Santo, un solo Dios que nos ama con locura, y al que solamente debemos entregarnos y creerle. El resto lo hace El.
Armando ya no canta en bares ni clubes nocturnos. Hoy canta para el Señor. Gloria a Él