Evangelio del domingo 17 de noviembre
San Lucas 21,5-19.
Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre,
y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa,
porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas. Fuente: Evangelizo.org
Jesús quiere dar un mensaje a quienes lo están escuchando. Quiere alertarlos sobre la tentación de poner la confianza en todas aquellas cosas de esta vida que son necesarias y buenas, pero que no son un fin en sí mismas, si no un medio pasajero.
Para instruirlos les profetiza lo que sucederá en los tiempos por venir: cómo sucumbirán muchas relaciones y estructuras humanas y cómo serán perseguidos a causa de su Nombre. Aún después de estas palabras, nuevamente asoma en ellos otra tentación que los desenfoca del mensaje que Jesús les quiere dar: Surge la curiosidad ("¿Cuándo sucederá esto?" Lc 21,7)
A esta actitud se le suma el miedo y la inquietud por intentar prevenir lo que sucederá, valiéndose de medios puramente humanos. Creer que de alguna manera, todo es posible para el hombre.
Por eso Jesús los abruma con esta descripción dramática de los últimos tiempos y les anuncia una realidad que supera todo lo conocido. Sin embargo, luego de esto, les da la clave para enfrentar los acontecimientos venideros: la confianza en Él.
Esta confianza y constancia en la prueba, produce frutos. Las amenazas para alejarnos de nuestro contacto con la verdad de Cristo, son muchas y variadas, sin embargo, todo está bajo su control divino. Nada se le escapa a sus amorosas manos, pero requiere nuestra cooperación.
Cuando sientas que todo a tu alrededor parece estar en tu contra, precisamente luego de haber tomado una firme decisión de seguir a Jesús y poner tu vida en sus manos, ten calma. Esto es parte del camino. Se ha corrido el telón que te impedía ver y caminar hacia Él. Comienza un proceso que Dios permite en ti para dar testimonio de Él. Testimonio que muchos necesitan para creer y fortalecer su fe en los tiempos que les tocan vivir. Verás al fin que todo lo pasado, no se compara con el gozo inmenso de saberte amado por Dios y que su amor también llega por medio de ti a los demás. Ten calma y persevera. Pide al Espíritu Santo que te capacite y fortalezca. Jesús está en control de tu vida. Dios te bendice. MJRP- Ministerio Católico Jesús Rey de la Paz -