Sintonizar en el Espíritu

Sintonizar en el Espíritu

Evangelio Domingo 1ro de Diciembre- San Mateo 24,37-44. 

En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos: 
Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. 
En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; 
y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. 
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. 
De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada. 
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. 
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. 
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. Fuente: Evangelizo.org 

 

 

REFLEXIÓN
 

En este pasaje del Evangelio, como en tantos otros, Jesús  busca provocar una reacción en quienes lo escuchan. Él señala como negativo lo que hacía la gente en tiempos de Noé. Eran cosas de la rutina diaria, que haría cualquier persona común y corriente de aquel tiempo. Tampoco revela el día ni la hora de los hechos, por que aquello no era lo importante.  

Mientras tanto, en el auditorio, nadie repara en el significado de “estar preparados”. Nadie se pregunta cómo sabía Noé lo que vendría, ni por qué el resto del pueblo fue sorprendido en su ignorancia.

Jesús quiere  revelarnos el secreto de Noé. Quiere indicarnos el camino que somos incapaces de ver, recorrer y comprender  con nuestro propio entendimiento. Este es el punto que quiere dejar en claro: sintonizar en Él y en el Padre, por medio de su Espíritu Santo. Sin esta condición,  embarcados en  nuestros trabajos diarios y preocupaciones, somos como la gente en tiempos de Noé: realizaban sus actividades cotidianas, pero no escuchaban ni podían "entender" a Dios.  Para quien ha sabido recibir al Espíritu de Cristo, el día y  la hora de su segunda venida no es relevante, porque  ya ha sido introducido en la Vida eterna y en el pensamiento de Dios.

Esto quiere suceder hoy en tu vida.  Aceptar al Espíritu de Jesús, te prepara y capacita para lo que vendrá. El futuro es motivo de confianza y paz. Logras comprender el lenguaje de Dios, que no puede interpretar el hombre carnal que sorprendido cae en la desesperación. Como dice el apóstol Pablo, “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1ra de Corintios 2,14)

Por esto, los que serán llevados, son aquellos que sabrán reconocer al que vendrá, conocimiento que únicamente revela el Espíritu de Dios.

Si se ha despertado en ti esa sed de vida en abundancia, ora alabando a Dios. Ora sin mirarte a ti mismo. Dile a Él lo importante que es para ti. Dale gracias por lo que sabes que has recibido y por lo que está en ti en forma de semilla. Si no lo sientes en tu corazón, ora en fe. Él se manifestará a ti con su amor y su poder por que le has abierto las puertas. Estarás alegre y en paz. Dios no será ya más un misterio, si no el mismísimo Amor que siempre te ha buscado. Él quiere comunicarte su Espíritu para que al llamarte por tu nombre puedas reconocerlo y decirle sin dudar: “aquí estoy”. Dios te bendice -MJRP- Ministerio Católico Jesús Rey de la Paz